[1][3] La justicia alimentaria está estrechamente vinculada a la soberanía alimentaria, la cual critica las "barreras estructurales a las que las comunidades racializadas se enfrentan para acceder a alimentos locales y orgánicos" que son debidas en gran parte al racismo institucional y al efecto que tiene en la igualdad económica.
En respuesta a las duras condiciones, el SNCC solicitó al presidente John F. Kennedy que interviniera.
En 1969, lanzaron el programa Desayuno Gratis para Niños en una iglesia de Oakland, California.
Según Daniel Ross, director de Nuestras Raíces, la seguridad alimentaria no puede existir independientemente de la comunidad específica que se discute, debido a lo centrales que son la alimentación y la agricultura para una comunidad.
El movimiento por la Justicia Alimentaria de hoy en día se originó de la Community Food Security Coalition (CFSC) en 1996, la cual buscó proveer comida accesible, culturalmente adecuada y sana a la ciudadanía estadounidense.
El director de Nuestras Raíces, Daniel Ross, señala que:…la inseguridad alimentaria no puede divorciarse de los asuntos que preocupan a las comunidades […] la comida y la agricultura se prestan para hablar [del racismo y los desequilibrios de poder] porque la comida es tan central para las comunidades y, si tuvieras comunidades que trabajaran, tendrías justicia e igualdad.
[7]Entre las personas que investigan sobre la justicia alimentaria y otros temas relacionados se encuentra Monica M. White, cuya investigación se enfoca en la comunidad, mayoritariamente Negra, de Detroit.
En su artículo Sisters of the Soil: Urban Gardening as Resistance in Detroit [Hermanas de la tierra: Jardinería urbana como resistencia en Detroit), habla del trabajo de la Detroit Black Community Food Security Network (DBCFSN) que usa el cultivo como una manera de paliar la inseguridad alimentaria y hacer actos políticos.
Es el derecho a tener acceso continuo a los recursos que te permitirán producir, ganar o comprar suficiente comida no solamente para prevenir el hambre, sino para también asegurar la salud y el bienestar.
Les activistas de la justicia alimentaria señalan que las comunidades de color han perdido soberanía alimentaria, y hacen notar que el racismo y la desigualdad económica impiden, sobre todo, que las comunidades Negras tengan acceso a cantidades suficientes de alimentos nutritivos.
Este movimiento aspira a reformar el sistema alimentario dirigiendo su atención a estas y otras desigualdades estructurales, al igual que celebrando comidas que son culturalmente significativas para diferentes grupos.
West Oakland (una vecindad cuya población Negra, históricamente, ha sido mayor a la blanca) también es conocido por ser un desierto alimentario, lo cual quiere decir que sus residentes deben viajar más de una milla para encontrar comida fresca.
Treinta y cinco por ciento de quienes residen en el área tampoco tienen acceso a un coche para ir a una tienda, la cuarta parte vive por debajo del umbral de pobreza, y la diabetes es tres veces más prevalente en esta vecindad que en el resto del condado de Alameda.