Mr. Vértigo

Walter Claireborne Rawley, un huérfano de St.

Louis que vivía con sus tíos y pasaba sus días por las calles de la ciudad cuando se cruzó en su camino un maravilloso personaje, el Maestro Yehudi.

Tan carismático como misterioso, este hombre le promete que le enseñara a volar

"Yo tenía doce años la primera vez que anduve sobre el agua".

Con estas palabras Auster inaugura la obra, una fantasía sin adornos ni aparejos.