Es una herencia del lienzo o sábana blanca que se usaba en la primitiva tauromaquia.
El capote tiene mayores dimensiones y es más difícil de utilizar al requerirse las dos manos.
No obstante, si se alcanza gran destreza el lucimiento puede ser igual o superior que con la muleta.
Se ha atribuido erróneamente su invención, por parte de antiguos tratadistas, a Francisco Romero.
Antiguamente, la muleta se denominaba lienzo y era de color blanco, fabricado en lino, cáñamo o algodón.