Mund (derecho)

Cuando las tradiciones germánicas se mezclaron con el derecho romano en los reinos posteriores a las grandes migraciones, el mund, que pasó a denominarse mundium, formó parte de los numerosos códigos legislativos que esos reinos promulgaron.

Se volvía inútil en cuanto dicho miembro protegido era responsable de sí mismo, como cuando los hijos crecían.

[2]​ Las mujeres carecían de competencia jurídica independiente y su mundium era ejercido por parientes varones o incluso por el rey.

[4]​ No debe confundirse con ban (latín: bannus), el poder de ordenar y coaccionar, ni con heil, la fuerza divina dentro del jefe.

Por ejemplo, los primitivos francos se dividían en salios, dispersos en tribus dominadas por munds tribales, y ripuarios, que estaban todos comprendidos bajo el mund de un rey en Colonia, aunque no era el rey de todos los ripuarios, sino sólo su "protector".

El mund vino a ser paralelo al principio de la auctoritas, sin ser lo mismo que la realeza.