Las campañas de excavación se iniciaron en 1978, bajo la dirección de Bernat Martí Oliver, y han continuado hasta 1996 y habiéndose retomado puntualmente en 2004 los trabajos en el yacimiento.
En su parte superior se aprecia una calle central y departamentos a ambos lados, en uno de los cuales se ha documentado un horno doméstico para la cocción del pan o para tostar cereales, y en otro la entrada mediante escalones de piedra.
El inhumado se encontraba en posición fetal, decúbito lateral derecho, con las piernas dobladas y los pies cruzados.
El brazo derecho alargado por detrás de la espalda y la mano aplastada por un bloque.
El brazo izquierdo estaba flexionado por delante del cuerpo y la mano estirada por debajo de la cara, faltando la mayor parte del cráneo y maxilar superior.
Las dos dataciones absolutas se muestran acordes con una secuencia que iría del Bronce Antiguo al Tardío.
La Muntanya Assolada y otros yacimientos próximos representan la continuidad de un poblamiento que nos lleva desde la Edad del Bronce a la Cultura Ibérica, en un territorio permanentemente ocupado como el de la Ribera del Júcar.