Reconstruida posteriormente, la fortaleza daría la bienvenida al rey Teodoro I de Córcega durante su corto reinado.
Después llegaría a ser propiedad de la poderosa familia Matra, que mantendría durante un tiempo su control.
En el año siguiente a su declaración como monumento nacional, en 1963, se fundó en el fuerte un depósito consistente en todos los materiales arqueológicos recogidos en la zona, y, sobre todo, los que se habían encontrado durante las excavaciones efectuadas en la antigua Aleria, a sólo unos cientos de metros de la fortaleza.
Finalmente, fue invadida y destruida por los vándalos en el siglo V.
El director actual del museo es Ghjuvan Claudiu Ottaviani.