La compra fue posible gracias a las suscripciones públicas y una asignación gubernamental.
[2] La colección estaba destinada a documentar la historia del espectáculo, desde la sus inicios hasta la actualidad.
[3] En los años siguientes se agregaron muchas donaciones y adquisiciones al núcleo inicial de la colección.
Durante la Segunda Guerra Mundial la colección se trasladó a un lugar seguro para su custodia y a su final, después de una reconstrucción, el museo fue reorganizado por Fernanda Wittgens.
En memoria de la madre del crítico, la biblioteca fue nombrada Livia Simoni.