Lleva su nombre por el escritor, poeta y periodista argentino, nacido en esta ciudad, conocido como Fernán Félix de Amador (Domingo Fernández Beschtedt).
Su primer director, Orlando Paladino, cierras sus puertas y decide trasladarlo a La Cúpula, en 1966.
En ese nuevo edificio, se comienzan a dar clases de arte, dibujo, pintura, y exhibir exposiciones de reconocidos artistas plásticos.
Se decide cambiarle el nombre, por Museo de Bellas Artes Fernán Félix de Amador.
También cuenta con tres salones: Este museo es uno de los más importantes en la provincia, por su importancia artística, cultural, turística, y por todos los reconocidos artistas que han expuesto allí.