Construida principalmente en ladrillo, aunque también se utilizó la piedra en algunos elementos como el zócalo de la torre, originalmente estaba dedicada a Santa María.
Tras su desacralización tuvo varios usos, principalmente como almacén de grano en los años 1960.
[3] Desde entonces no estuvo abierta al público, hasta que en noviembre de 2017 se abrió como espacio sociocultural.
[2][6] Aparte de los restos humanos, se exponen distintos elementos hallados en los enterramientos, como ataúdes, rosarios, pulseras, botones, agujas, crucifijos o monedas.
Además, también forman parte de la colección expositiva restos iberos, romanos e islámicos hallados en las distintas fases de excavación.