Al usuario que contrata el servicio se le asigna un número (generalmente un número fácil de recordar) al que se le destina un conjunto de líneas que por lo general se encuentran en la misma localización geográfica, y a su vez, conectadas a una centralita interna o PBX.
En el caso de estar conectado a un PBX, es indiferente por qué línea ingresó la llamada pues generalmente van a un mismo destino, como lo puede ser un menú de marcado, o un recepcionista humano.
Se vuelve complicado establecer comunicación con la compañía: cuando ésta es enrutada a la línea averiada, el llamante escuchará tono de timbre sin respuesta, y tendrá que volver a marcar el número para que la central telefónica de la compañía que ofrece el servicio enrute la llamada a otra línea en buen estado, completándose la comunicación.
Es por este motivo que la configuración de ruteo de llamadas debería ser aleatorio, rotativo o alternado, para que al marcar el número nuevamente sea asignado a líneas diferentes.
Para recordar fácilmente números de teléfono únicos en ocasiones se utilizan phonewords (del inglés phone words, "palabras de teléfono"), que son códigos que utilizan tanto números como letras.