Siendo adolescente le diagnosticaron una enfermedad pulmonar, motivo por el cual su médico le sugirió que estudiara canto clásico para reforzar sus pulmones, algo habitual en la época.
Siguiendo esas instrucciones, en su período de high school empezó a estudiar bajo la tutela del tenor Amado Fernandez.
Ella actuó en el programa radiofónico The Voice of Firestone, con estrellas de la talla de Bing Crosby y Nelson Eddy, y además hizo una gira musical con Gordon MacRae.
En 1941 empezó su carrera en la Ópera del Metropolitan, debutando como Pamina en La flauta mágica (cantada en inglés).
Llegó a ser una aplaudida intérprete, destacando no solamente con Mozart, sino con papeles como el de Mimi en La Bohème, y una vibrante Violetta en La Traviata.