En la actualidad, la población está evangelizada en más del 90% en Nagaland (la tasa más elevada de India, junto a Mizoram).
La práctica del tatuaje, actualmente en decadencia incluso entre los konyaks, jugó un papel importante en su cultura tradicional.
La costumbre de cortar cabezas en las escaramuzas con aldeas enemigas y preservar los cráneos fue prohibida en los años cincuenta.
Los pueblos nagas estaban rodeados de empalizadas defensivas.
Existían unas construcciones particulares de madera y bambú, llamadas morung, una para los chicos y otra para las chicas, donde pasaban su adolescencia, hasta que la abandonaban para empezar a vivir en pareja.