Inventó un fórceps llamado «Asa Elástica» que permitió salvar la vida de numerosos recién nacidos en su ciudad natal.
[7] En 1798 publicó en Guatemala su obra sobre la invención fácil y sencilla para extraer recién nacidos del vientre materno en la que detalla su invención de un «Asa Elástica», que se utilizaba como fórceps.
Ahora bien, la entidad carecía de fondos, y los catedráticos tuvieron que trabajar ad honorem; se intentó utilizar el capital dejado por el arzobispo Pedro Cortés y Larraz, que ascendía casi ochenta mil pesos, pero no se consiguió que lo entregara el arcediano Juan de Dios Juarros.
[11] Esparragosa y Gallardo trabajaba sin cesar, especialmente en actividades de obstetricia en las que se requería el asa elástica; debido a este ritmo de vida empezó a tener problemas de presión arterial alta y cardio-renales, y aunque se le aconsejó que reposara, no atendió las recomendaciones de sus colegas médicos.
[12] Fue velado en el Hospital San Juan de Dios y luego sepultado en el cementerio contiguo a dicho nosocomio.