En La Gomera se les llama «lameros», derivado de la voz «lama» que significa barrizal o fango.
Los nateros deben situarse sobre barrancos secundarios, puesto que en su fundamento está el cortar totalmente el cauce.
Los nateros reciben agua de las laderas y del propio cauce del barranquillo, con lo cual es posible cultivar frutales, papas, leguminosas y cereales, aunque las lluvias sean escasas.
Los nateros se dedican principalmente a frutales con pocas necesidades de agua: almendros (Prunus dulcis), higueras (Ficus carica), granados (Punica granatum), etc., pero también se pueden encontrar árboles que teóricamente necesitan más agua: castaños (Castanea sativa), manzanos (Malus domestica), etc. A la solución imaginativa al problema de escasez de agua y suelo en estas zonas áridas y montañosas, hay que sumar el efecto beneficioso de concentrar en la parcela de cultivo toda materia orgánica que arrastran las aguas.
Es decir, con este sistema se facilita el acceso a un recurso especialmente escaso en los lugares áridos.