Durante años, Branden fue el "número dos", solo por detrás de Ayn Rand, dentro del movimiento objetivista.
Ambos nunca se reconciliaron, y Branden sigue siendo persona non grata dentro del movimiento objetivista "oficial" (El Ayn Rand Institute).
Branden se casó por tercera vez en 1978, con la mujer de negocios Devers Israel.
Branden, aun elogiando todo lo que considera de valioso en la filosofía objetivista, apuntó hacia varios peligros contenidos en ella.
Branden critica lo que él considera elementos de represión emocional y culto a la personalidad dentro del objetivismo.