En 2017 el término municipal contaba con una población de 326 habitantes.
Pasa por el pueblo la carretera AV-905 (antigua C-500), carretera a la que se accede desde la N-403 a la altura de El Barraco, o bien desde el desvío en la N-502 a la altura de la Venta del Obispo, carretera que conduce también hasta el Parador Nacional de Gredos.
La localidad está situada a una altitud de 1304 m sobre el nivel del mar.
[1][2] Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 515 habitantes.
En esta tradición, de origen no determinado con exactitud —bien podría entroncar con tradiciones de exaltación ganadera, con un sustrato celta o con las similares festas do entroido gallegas precristianas—,[6] desfilan por la ciudad un pequeño número de lugareños disfrazados de seres malignos de aspecto atemorizante —los cucurrumachos— con máscaras confeccionadas de pelo y cuerno, bailando y haciendo sonar sus cencerros.