Neblina del Ártico

Debido a las cantidades limitadas de nieve, lluvia o aire turbulento para desplazar los contaminantes, especialmente en primavera, la neblina ártica puede persistir durante más de un mes en la atmósfera del hemisferio norte.

[2]​ La neblina del Ártico fue observada por primera vez en 1750 en los inicios de la Revolución Industrial.

Otro indicio sobre aquel fenómeno fue registrado hace aproximadamente un siglo por el explorador noruego Fridtjof Nansen, quien en su expedición en Groenlandia encontró manchas oscuras en el hielo presumiblemente causadas por contaminantes industriales.

Debido a las bajas tasas de deposición, estos contaminantes aún no tienen efectos adversos en personas o animales.

Las partículas atrapadas eran de color gris oscuro al año siguiente que se tomaron muestras.

[10]​ Los climatólogos europeos predijeron en 2009 que a finales del siglo XXI, se espera que la temperatura promedio de la región ártica aumente 3° C.[11]​ En ese mismo artículo, la National Geographic citó al coautor del estudio, Andreas Stohl, del Instituto Noruego de Investigación Aérea: «Previous climate models have suggested that the Arctic's summer sea ice may completely disappear by 2040 if warming continues unabated» [Los modelos climáticos anteriores han sugerido que el casquete polar ártico puede desaparecer por completo para 2040 si el calentamiento se mantiene constante].

Vías de contaminación de gran escala hacia el Ártico