Negacionismo de los crímenes de guerra de Japón

El negacionismo de los crímenes de guerra del Imperio del Japón cometidos en la Segunda Guerra Mundial de manera total o parcial ha sido un fenómeno de revisionismo histórico ilegítimo[1]​ y constante desde la posguerra hasta la actualidad a nivel estatal, causando debate en Japón y controversia en los países donde ocurrieron dichos crímenes, como China, Corea del Norte y Corea del Sur.

Algunos revisionistas japoneses contemporáneos, como Yūko Iwanami (nieta del general Hideki Tojo), proponen que la invasión japonesa de China y la Segunda Guerra Mundial, en sí misma, fueron reacciones justificadas al imperialismo occidental racista de la época.

Kaigi, que son dos grupos abiertamente revisionistas que niegan, minimizan o justifican varios crímenes de guerra japoneses.

El redactor jefe del medio conservador Yomiuri Shimbun, Tsuneo Watanabe, criticó el Santuario Yasukuni como un bastión del revisionismo: «El Santuario Yasukuni tiene un museo en el que se exponen objetos para fomentar y rendir culto al militarismo.

Está mal que el primer ministro visite tales lugares».

Un chino a punto de ser atacado por un soldado japonés con una Guntō.
Un miembro del grupo revisionista “Sociedad Japonesa para la Reforma de los Libros de Texto de Historia” coloca una pancarta que dice "[Darles] a los niños libros de texto de historia correctos".