: Otritsaniye Golodomora) es la afirmación de que la Unión Soviética no llevó a cabo una hambruna deliberada en la RSS de Ucrania, que esta no tuvo lugar, o bien su importancia y significado son minimizados.
[4][5] Esta postura contó con el respaldo de varios periodistas (entre los que se incluyen: Walter Duranty y Louis Fischer) e intelectuales occidentales.
[11] Tan solo en la era postsoviética se condenó oficialmente el Holodomor como un acto de genocidio contra la población ucraniana.
[14] El Jefe de Estado Mijaíl Kalinin se dirigió a los dirigentes del bloque occidental que ofrecieron donar alimentos.
Durante medio siglo, estos datos fueron ocultados en el Archivo Estatal Ruso de Economía.
[20][21] En 1939 se realizó otro censo, esta vez con las cifras infladas de manera que coincidiese con los informes que Stalin declaró en el XVIII Congreso del Partido Comunista (170,6 millones de habitantes).
Esta nueva evidencia debía ser enviada a los centros de la agencia Novosti en Estados Unidos y Canadá.
[36] Escribió en The New York Times que: "cualquier reporte sobre la hambruna en Rusia, es una exageración o propaganda malintencionada" y que "no hay muertes por inanición, aunque sí por enfermedades relacionadas con la malnutrición".
En marzo de 1933 escribió desde Moscú: "las condiciones son malas, pero no hay hambruna.
[39] También le describió como "el mayor mentiroso en medio siglo de periodismo".
[41] A partir de 1986 se lanzaron campañas en las que se pedían la retirada del Pulitzer al The New York Times, sin embargo el medio de comunicación se negó alegando que Duranty recibió el premio por su trayectoria profesional cuando todavía no había hambruna.
Varios historiadores consideraron los reportajes de Duranty desde Moscú cruciales en la decisión del Presidente Franklin D. Roosevelt para reconocer en 1933 a la Unión Soviética.
Al igual que con otros visitantes del bloque occidental, Herriot conoció a varios "campesinos" falsos, todos ellos comunistas o miembros de la Komsomol seleccionados y con un estado de salud óptimo.
Y si esto sucedió antes de la guerra, entonces la atmósfera intelectual no es mejor ahora.
Desde Kiev no se hizo esperar la respuesta y los críticos sugirieron que la obra se titulase: "Ukrainian Fascism never existed" ("El fascismo ucraniano jamás existió").
El libro fue publicado en 1987 con el título definitivo: Fraud, Famine, and Fascism: the Ukrainian Genocide Myth from Hitler to Harvard por la editorial Progress Publishers de Toronto.
Según indican las encuestas, en Rusia ha habido un auge del estalinismo desde el año 2000.
[59] Por otro lado, el Gobierno ruso no reconoce la hambruna como un acto de genocidio contra la población ucraniana, sino como una tragedia que afectó a la Unión Soviética en general.
[62] El Holodomor fue reconocido internacionalmente como un genocidio contra la nación ucraniana, no siendo así para su población por razones políticas y antisemitas, puesto que la población judía sufrió la hambruna a mayor escala.
Tiempo atrás se produjeron pogromos contra determinado grupo étnico instigados por nacionalistas.
[63][64] Posteriormente esto pasaría a ser el detonante para la masacre de Babi-Yar.
En él se responsabilizaba tanto a nacionalistas ucranianos como al Gobierno estadounidense de la creación del "mito".
Votaron a favor: BYuT (118 diputados), Nasha Ukrayina (79), SPU (30), Independientes (4) y Partido de las Regiones (2).
[70] Sin embargo, el acta no recibió el apoyo del Presidente entrante Viktor Yanukovych, el cual, en 2010 declaró:"sería un error a la vez de injusto reconocer el Holodomor como un acto de genocidio contra una sola nación" Sin embargo, al año siguiente declaró lo siguiente:"aquellos años de totalitarismo han sido una catástrofe espiritual: numerosas iglesias demolidas, campesinos, trabajadores e intelectuales; todos ellos, por millares, fueron represaliados o enviados a gulags.
"Dos años después afirmaría que:"este crimen ha cambiado la historia de la población ucraniana para siempre.
Ha sido uno de los desafíos más duros a los que se hayan enfrentado jamás.