Los negros fueron grupos sociales que constituyeron el mosaico pluricultural de la Nueva España.
Los esclavos negros y sus descendientes (los mulatos) tenían características físicas que los hacían resistentes al trabajo de sol a sol.
A los esclavos negros se les llegó a clasificar por su forma de proceder: “cafres” por su torpeza y “cimarrones” por fugitivos.
Muchos trabajaron como sastres o cocineros (de avanzada edad).
Otros más en el servicio doméstico y a los niños se les llegó a comparar como “mascotas” de los niños blancos.