De 2002-2003 ocupó la Cátedra John W. Porter en Educación Urbana en la Eastern Michigan University.
[3] Noddings ha tenido una fructífera carrera profesional acompañada de una rica vida doméstica.
Además, agrega: "Me gusta tener mascotas y niños cerca".
De manera similar a Carol Gilligan, Noddings está de acuerdo en que las aproximaciones basadas en la justicia, si bien tienen un enfoque más masculinos, pueden funcionar como alternativas genuinas a la ética del cuidado.
Sin embargo, a diferencia de Gilligan, Noddings considera que el cuidado arraigado en la receptividad, la afinidad y la capacidad de respuesta es una aproximación más básica y preferible del que la ética permite (Caring 1984, 2).
[15] En primer lugar, argumenta que el cuidador (el-que-cuida) debe mostrar entusiasmo y un desplazamiento motivacional.
Cuando me preocupo por alguien porque "quiero" preocuparme por él o ella, por ejemplo, cuando abrazo a un amigo que necesita un abrazo en un acto de amor, Noddings afirma que me estoy comprometiendo con el cuidado natural.
En cambio, cuando me preocupo por alguien porque "debo" preocuparme por él o ella, por ejemplo, cuando abrazo a un conocido que necesita un abrazo a pesar de que mi deseo sea escapar del dolor de esa persona, de acuerdo con Noddings, me comprometo con el cuidado ético.
[15] Noddings proporciona algunos criterios para decidir si un deseo debe reconocerse o ser tratado como una necesidad.