Fue una mujer yagán que a principios del siglo XX tuvo un importante rol como transmisora de su cultura indígena tradicional al antropólogo alemán Martin Gusinde (1886-1969).
Esta tradición provenía de John Lawrence, quien acogía "temporalmente a los indios que navegaban por las aguas del canal Beagle e inmediaciones".
[5] Luego, Federico Lawrence y Nelly se establecieron en la estancia de Puerto Remolino, como una familia mestiza con seis hijos, quienes hablaban yagankuta con Nelly e inglés con su padre.
Esto la llevó a ser una figura mediadora con la propia comunidad yagán y Gusinde.
Es importante reconocer el apego que Nelly sentía con las creencias espirituales tradicionales, ligados al ser supremo Watauineiwa y nunca se sintió remecida o interpelada por la fe cristiana.