Neoplasias quísticas del páncreas

[3]​[4]​ Son de crecimiento lento, por lo que su pronóstico suele no ser crítico y su remoción quirúrgica muchas veces resulta en su cura.

[7]​ La PAAF, una punción con aspiración realizada con aguja fina guiada con ultrasonido endoscópico (EUS-FNA), con análisis de líquido proveniente del quiste, o bien la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica CPRE, son útiles para la toma de decisiones clínicas.

[7]​ Los quistes, que contienen líquido espeso con presencia de mucina, antígeno carcinoembrionario (CEA en inglés) elevado (192ng/ml) o células atípicas, deben tratarse como potencialmente malignos.

[9]​ La otra mitad posee síntomas tales como dolor abdominal, plenitud epigástrica o pérdida moderada de peso.

Ocasionalmente pueden crecer hasta tener la capacidad de producir ictericia u obstrucción gastrointestinal.

[9]​ Estas lesiones contienen líquido seroso negativo en la tinción para mucina y es bajo en CEA (< 192 ng/mL).

[8]​ La típica imagen médica de este tumor es la de una masa quística, bien circunscrita, con pequeñas tabicaciones que presenta líquido con densidad cercana a la del agua y a veces es visible una cicatriz central calcificada.

Esto se puede observar mediante imágenes médicascomo una dilatación difusa del conducto pancreático.

[9]​ Descritos por Frantz en el año 1959, son tumores raros, que en su mayoría afectan a mujeres jóvenes.