Su pelaje es castaño obscuro brillante en la parte superior y claro bajo los flancos.
Los antílopes enanos comen hojas, brotes, hierbas y hongos.
Los machos son territoriales; el marcado de su territorio con olor produce en las glándulas preorbitales.
Las hembras son más amistosas entre ellas y viven a veces en pequeños grupos.
Su mayor peligro es la pérdida del hábitat debido a la extensión de la población humana.