Sigue la relación entre Neptuno y Matalusa, mineras de coltán cuyo amor conduce a un colectivo hacker.
Neptune Frost es el nombre de un soldado revolucionario negro que sirvió en el Ejército Continental en 1775.
El proyecto fue originalmente concebido por Saul Williams como una novela gráfica y un musical escénico.
[2] En 2018, Williams lanzó una campaña de Kickstarter para recaudar fondos, y Lin-Manuel Miranda se unió como productor ejecutivo.
[4] La producción se llevó a cabo durante 27 días en Ruanda.