Fue uno de los más hábiles comandantes militares del Primer Imperio búlgaro.
Nestoritsa marchó por el valle de Vardar hacia la segunda ciudad bizantina más grande, Tesalónica.
[1] En las proximidades de la ciudad los búlgaros fueron derrotados por las fuerzas enemigas bajo el mando del gobernador de Tesalónica Teofilacto Botaniates y su hijo Miguel.
Poco después seguiría la mayor derrota búlgara en la batalla de Clidio.
[2][3] A pesar de la derrota, la resistencia búlgara siguió durante cuatro años más hasta que la muerte del emperador Iván Vladislav finalmente rompió el espíritu de lucha y muchos nobles decidieron rendirse manteniendo sus títulos.