Es difícil dar una definición clara, aunque el término se ha utilizado frecuentemente en ensayos y libros sobre la historia de la música del siglo XIX y principios del siglo XX.
[1] Además, no todos los considerados como representantes de la «Nueva Escuela Alemana» fueron músicos en activo.
Brendel tenía un objetivo más elevado, ya que había evolucionado distintos principios musicales y se mantuvo fiel a ellos.
Esto había provocado debates acalorados, sin excluir la mezquindad y los insultos personales.
Según Brendel, era común usar «alt Deutsche Schule» (Vieja Escuela Alemana) para designar al período de Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Haendel.
Según Brendel, ahí estaba la razón de fondo para los acalorados debates del pasado.
La gente había discutido las nuevas obras sin tener un conocimiento real de las mismas.
[5] Como no había dudas —según creía Brendel— de que las obras interpretadas debían representar la «Nueva Escuela Alemana», se podía considerar embarazoso que también se hubieran interpretado obras del francés Hector Berlioz y de Franz Liszt, nacido en Raiding (actual Austria).
Brendel admitió el problema[5] pero trató de mostrar que Berlioz y Liszt iban a ser vistos como los maestros alemanes.
Por un lado, una línea específica de Alemania, representada por Johann Sebastian Bach, Ludwig van Beethoven y otros.
Richard Pohl revisó el Tonkünstler-Versammlung en la revista Neue Zeitschrift für Musik, alabando ampliamente a Liszt y sus obras.
Su línea de pensamiento era incorrecta al completo y todas sus composiciones debían ser retiradas.
La oposición de la prensa significó que Liszt quisiera cortar sus conexiones con el público.
[14] Sin embargo, Liszt también se culpaba a sí mismo de tal oposición.
[15] Además, había libros, como el escrito por Hans von Bronsart Musikalische Pflichten (Deberes musicales) (Leipzig 1858), donde los adversarios de Liszt y su círculo fueron acusados de mala voluntad, injusticia y calumnia.
Después de esto, no debería sorprender que el lado opuesto provocara reacciones similares.
En sus Mémoirs (Memorias), Liszt sólo estaba presente como famoso virtuoso y no menciona ninguna de sus obras.