Fue el primero en describirlo en 1860 el dermatólogo inglés George Gaskoin, pero se llama así por William Bennet Bean, quien lo documentó más exhaustivamente en 1958.
Está asociado a hemangiomas del tracto digestivo.
Las complicaciones asociadas son hemorragias gastrointestinales que ocasionan anemias ferropénicas, amputación de las extremidades, lesiones oculares, intususcepción y desórdenes ortopédicos.
Se puede observar en ambos sexos durante el estadio temprano de la niñez.
Ocasionalmente se encuentran en el hígado, bazo y sistema nervioso central.