Niño Dios de Sotaquí

La estatua se encuadra dentro de las advocaciones del Niño Jesús, entre las que se encuentran el Santo Niño de Atocha en España y América Latina, el Santo Niño de Cebú en Filipinas, el Santo Bambino de Aracoeli en Roma, el Niñopan en México, el Divino Niño Huerfanito de Pamplona (Colombia), el Santo Niño Jesús de los Afligidos en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), el Divino Niño de Colombia y el Niño Jesús de Escuque, en Escuque (Estado Trujillo) en Venezuela, entre otros.

También es posible que se la haya regalado por algún paciente agradecido, tras haber mejorado de una grave dolencia.

La imagen no presenta señales de haber estado a la intemperie, pues muestra buen estado de conservación y no ha sido restaurada.

Su imagen ha sido descrita como dulce y penetrante, con la cabeza levemente inclinada a su derecha con una corona de plata, presenta sus manos extendidas, y en la mano izquierda tenía un pequeño mundo de oro y corazón de plata, obsequiado por María Toro viuda de Tapia, por un favor concedido, según relata el libro de crónicas, como uno de los primeros prodigios del Niño Dios.

Algunos investigadores aseguran que la imagen por sus características escultóricas pertenece sin duda a la escuela quiteña, fundada por los frailes franciscanos, muy famosa entre los siglos XVII y XVIII, precisamente por los tipos escultóricos de bulto y por las piezas de esculturas representadas al Niño Dios que eran enviadas a iglesias, capillas y oratorios de toda América.

Niño Dios de Sotaquí en su anda de fiesta grande.
Niño Dios de Sotaquí.