[1] El escultor francés Augusto François, que había venido a Chile contratado por el Gobierno para dirigir las primeras clases de escultura en Santiago, era compatriota y amigo de Bayle, el dueño de la sombrerería donde trabajaba Plaza, por lo que frecuentemente iba allí.
Cuando François se retiró, Plaza heredó su cargo de profesor.
[2] Se ha criticado que su obra más conocida, Caupolicán, carece de precisión histórica, pues lleva una tiara con plumas, ornamento que nunca correspondió al pueblo mapuche.
La estatua estaba originalmente destinada a participar en un concurso internacional en Estados Unidos.
Plaza, que nunca había visto a un verdadero indígena (mucho menos a un mapuche), les ofreció una versión en bronce de The last of the Mohicans.