Se licenció en Derecho en la Universidad de Ferrara.
Comenzó su carrera política en los años 70 en el Frente de la Juventud, la organización juvenil del Movimiento Social Italiano, pasando luego al Partido Liberal Italiano.
[1] Fue secretario de la Unión de Cámaras Penales Italianas a mediados de los 90 en el segundo consejo, presidido por Gaetano Pecorella, y en el primero, presidido por Giuseppe Frigo, se acercó a Forza Italia y Silvio Berlusconi, de quien se convirtió en abogado personal.
Con su actividad parlamentaria atrajo duras críticas de la oposición, del mundo intelectual y de parte del poder judicial.
Algunas declaraciones de Ghedini en defensa de Silvio Berlusconi suscitaron polémica, como aquella en la que el abogado paduano argumentó que la ley no se aplica necesariamente de la misma manera para todos los ciudadanos[3] (con motivo del debate sobre la constitucionalidad de Lodo Alfano, que hubiera garantizado la suspensión de los procesos penales sin perjuicio de las fases previas a la acusación y de las indagatorias inaplazables a las cuatro máximas instancias del Estado) y aquél en el que en relación con las relaciones mantenida por su cliente con las escoltas en Palazzo Grazioli y Villa Certosa acuñó la expresión «usuario final y por lo tanto nunca penalmente punible”, para argumentar la exclusión de Berlusconi de la persecución en las investigaciones y procesos en su contra.