Estudió el bachillerato en Ronda y se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid.
Entre 1961 y 1966 recibió formación en París de la mano del profesor Fernand Braudel.
En 1967 se doctoró en Historia por la Universidad Complutense, e impartió clases en esta durante tres años.
En Túnez, 1983, fue vocal del Comité Internacional de Estudios Moriscos.
Fue pionero en el estudio de la problemática de los despoblados en la historiografía medieval y moderna española, publicando un artículo en 1971-1972, donde pretendía delimitar este concepto, definiéndolo como: «establecimiento humano permanente abandonado por razones económicas, sociales o políticas», si bien «consideramos como despoblado sólo a las agrupaciones humanas que tuvieron cierto número de vecinos; no consideramos como tales las simples dehesas, casas aisladas o pequeños centros de explotación agraria».