Provenía de una familia trabajadora que le proporcionó cierta educación como leer y escribir.
El inca Atahualpa y su séquito de nobles se hallaban en las inmediaciones.
El oro llegó a manos de los conquistadores, sin embargo, la liberación del inca se tornó en ejecución.
En 1533 las tropas de Pizarro se dirigieron a Jauja donde Elola se instaló como contador para registrar los barcos que llegaran al puerto de Pachacama u otros.
Según documentación de Sevilla, Nicolás regresó del Perú casado con una india cuyo padre dio en dote por ella nada menos que 8.000 ducados de oro.
[6] Con un total de 2.200 ducados de oro y siguiendo las trazas dadas por el maestro cantero Domingo de Rezabal, comenzaron unas obras que darían como resultado una joya renacentista, única en Guipúzcoa y el País Vasco, en la que sus tres disciplinas, arquitectura, escultura y pintura, corrieron parejas.