En su mejor período, desde 1655 hasta 1665, Maes se dedicó al género doméstico de pequeño formato, conservando en gran medida la magia del color y el claroscuro que había aprendido de Rembrandt.
Solo en raras ocasiones trató temas bíblicos, como en la Partida de Agar, que ha sido atribuida a Rembrandt.
Sus temas favoritos eran mujeres hilando, bordando, leyendo la Biblia o preparando una comida que encierran mensajes morales sobre el valor de la diligencia, la rectitud, el trabajo y la sobriedad con una alta demanda porque la ciudad de Dordrecht era un bastión calvinista.
Aunque siguió residiendo en Dordrecht hasta 1673 (año en que se estableció en Ámsterdam) visitó e incluso vivió en Amberes entre 1665 y 1667.
Su éxito le proporcionó fortuna económica, aunque sufrió de gota en sus últimos años.