En primer lugar, su conocimiento del idioma árabe no tenía paralelo en su época, al igual que el de Sibuyé durante la suya.
[4] En segundo lugar, su tez era de un color muy oscuro y su apariencia se comparó con el asfalto, conocido como nift.
[7] Rechazó la razón analógica no solo como un medio para derivar veredictos religiosos, sino también como un recurso poético.
[12][13] A Niftawayh le desagradaba mucho el pensamiento Mu'tazili, una antigua secta del Islam activa en sus tiempos.
[14] Abu Ali al-Kali cita algunos versos que Niftawayh había escrito para una mujer anónima en el propio libro de Kali, al-Amali:[4]