Por esto precisamente, tiene favores que ningún otro recluso puede tener: una celda para él sólo, comida especial, etc.
Sin embargo, para el recién llegado Ryan O'Reily, un irlandés sociópata, las cosas son distintas, pues busca la muerte de Ortolani.
La rivalidad entre Italianos y Negros hace saltar todas las alarmas, mientras O'Reily sigue jugando a dos bandas.
Evidentemente Nino rehúsa y para presionarle, transfieren a todos los presos italianos fuera de Em City.
Al no tener matones, Nino se ve obligado a permitir que colaboren en la cocina los Negros, y todos quieren tomar parte en el negocio del contrabando.
Le pide a O'Reily que acabe con la operación de Healy, y éste acepta.