El origen del nombre está relacionado con la Inquisición, particularmente la que operaba en el Imperio Español, donde una estampa roja era colocada para la ejecución u otros castigos.
Este tipo de noticias pueden ser encontradas en anuncios, secciones, o en su defecto, periódicos completos; como también en revistas y en la televisión.
[3][4] Estos reportajes van dirigidos a las clases sociales más bajas, principalmente de México y América Latina.
[3] Los inquisidores llevaban a cabo castigos brutales, los cuales se realizaban ocasionalmente en lugares públicos.
[8] Las narraciones pasaron a ser textos largos, dramatizados, minuciosos y con descripciones gráficas acompañadas con el perfil psicológico del agresor.
[3] Una de las notas rojas más famosas fue publicada en 1899 por Antonio Vanegas Arroyo, la cual fue vendida mientras se gritaba la siguiente frase: “¡Sensacional y terrible noticia!
La imagen mostraba a una mujer cayendo desde la torre, sin embargo, su vestido se veía arreglado como cualquier día, no como si hubiera sufrido la caída.
[3] A finales del siglo XX, la demanda por historias e imágenes gráficas había transformado la forma de representar la nota roja.
[cita requerida] La nota roja ha sido la inspiración de muchos novelistas y escritores, como el nicaragüense Sergio Ramírez, quien tomaba historias para explorar la condición humana en el mundo moderno.
[cita requerida] La nota roja y la nota policiaca ha sido criticada por reproducir los puntos de vista de las autoridades y no brindar oportunidades al público lector para entender el contexto social en que suceden los crímenes, ni herramientas para prevenirlos.