[8] Tras The New Magdalen (1873), su ingenio se iría agotando progresivamente, y sus historias posteriores fueron poco más que tenues ecos de sus éxitos anteriores.
Poseía en el más alto grado el don del interés absorbente; los giros y la complejidad de sus tramas resultan sorprendentemente ingeniosos, y muchos de sus personajes no solo son reales, sino insólitos.
La siguió Aurora Floyd, una novela con una marcada afinidad con Madame Bovary,[Nota 4] y alcanzó el mismo éxito.
[16] En 1863 Miss Braddon fue considerada como una escritora extraordinariamente sensacionalista y casi "indecorosa" ―una opinión que estaba absolutamente injustificada―.
[17] Su primera novela extensa, Granville de Vigne,[17] apareció en The New Monthly Magazine en 1860.
Tres años después, en 1863, Tinsley[Nota 5] la publicaría en tres volúmenes, cambiando con su consentimiento el título a Held in Bondage,[17] y fue seguida en rápida sucesión por Strathmore (1865), Chandos (1866) y Under Two Flags (Bajo dos banderas, 1867).
No obstante, resulta imposible rechazar libros como Chandos y Under Two Flags simplemente por tales motivos.
[19] En ocasiones muestra un poderío considerable, pero en conjunto sus escritos tienen un tono malsano, carecen de realismo y no es probable que ocupen un lugar permanente en la literatura.
La tituló Very Hard Cash, y con ella contribuyó por entregas al All the Year Round, por cuyo director, Charles Dickens, sentía una admiración sin límites.
[21] Su siguiente novela, Griffith Gaunt o los celos, fue escrita en 1865 como historia por entregas para el recién lanzado Argosy, un magacín que fue fundado y dirigido por Mrs.
Esta tendencia resulta muy evidente incluso en Griffith Gaunt, que en intensidad del interés ocupa el primer lugar entre sus libros.
Ya en 1867 había producido una buena novela en Amor o matrimonio, que perdió popularidad por discutir cuestiones sociales delicadas.
[24] Después de su primer éxito en la ficción, abandonó el periodismo, y se dedicó por completo a la producción novelística.
Aquí fue más afortunado en su tema, describiendo la domesticación de una briosa mujer francesa en una familia puritana escocesa.
[26] Black alcanzó su punto álgido en Una princesa de Tule (1873),[27] otro gran éxito que más tarde sería adaptado al teatro musical.
Christowell tal vez ofrezca la mejor imagen del autor, aunque en cada libro que escribió su propia personalidad salta a la vista.
[33] Su primer éxito llegó con la Historia de Bárbara (1864), que alcanzó tres ediciones, además de ser publicada por Harper (en Estados Unidos) y Tauchnitz (en Alemania), así como traducida al alemán, italiano y francés.
[33] Centrada en el tema de la bigamia, esta obra consolidó su reputación como novelista.
[33] James Payn (1830-1898) publicó en 1864, en las páginas del Chambers's Journal, su historia más popular, Lost Sir Massingberd.
[36] En 1864, el periodista Edmund Yates (1831-1894) escribió una obra de ficción sumamente exitosa, Broken to Harness: a Story of English Domestic Life.
No hay mucho en común entre ambos novelistas, excepto que los dos fueron funcionarios del servicio postal.
Las suyas resultan muy irregulares; Broken to Harness y Black Sheep tal vez sean las dos mejores.
[37] Rhoda Broughton (1840-1920), sobrina de Sheridan Le Fanu, ganó rápida celebridad por su audacia inicial.
En la sociedad rural inglesa, en la que había sido criada, tales novelas fueron entonces consideradas como experimentos demasiado osados.
Las características comúnmente asociadas con el fenómeno editorial de la «novela sensacionalista» incluyen las siguientes: matrimonios bígamos; cartas mal dirigidas; triángulos amorosos; heroínas expuestas a peligro físico; drogas, pociones y/o venenos; personajes disfrazados; casualidades preparadas; villanos aristocráticos; tenso detallismo intensificado.
[2] Aunque el formato es a menudo mencionado como un fenómeno de dos décadas, sus influencias bien pueden ser detectadas en obras escritas con posterioridad a 1880, incluyendo las novelas de Thomas Hardy (cuya primera tentativa, Remedios desesperados, está muy en la vena «sensation»), George Moore, Robert Louis Stevenson y George Du Maurier.