La imagen representaba a una niña, por eso se empezó a llamar la Virgen Niña o Nuestra Señora la Pequeña, pues aparentaba la edad de unos cinco años, edad en la que se presentó la Virgen en el Templo.
Se reconstruyó sobre un terreno más elevado que evitara posibles sucesos similares, justo donde hoy día está ubicada la localidad.
Tras el fin de la guerra, se encarga al escultor Nicolás Martínez Ramón la actual imagen.
En los primeros años de postguerra la devoción por Nuestra Señora de la Salud es pobremente mantenida, destacando la labor y la lucha por el culto a esta Virgen que llevó a cabo el camarero Antonio "El Manco".
Estos hechos indican el resurgir del culto a la Virgen, pero no será hasta 1971 cuando Alcantarilla cuente con unas fiestas patronales anuales, principalmente por el impulso realizado por el párroco José García Martínez y el alcalde Fulgencio Pérez Artero.