Por su relevancia histórica se encuentra en el Inventario Cultural del Principado.
Su nombre se debió a la hija del constructor que llevó a cabo el proyecto, de la empresa SETSA (Santa Eulalia De Turiellos SA).
Tras su cierre comenzó un proceso de rehabilitación integral para convertirlo en teatro.
Su aforo se redujo a 466 localidades para poder construir la caja escénica y dotarlo de los accesos necesarios, café, hall, varias aulas, camerinos, cabina de audiovisuales, etc.
Ante la falta de acuerdo entre las autoridades políticas y culturales de Langreo en el año 2000 sobre el nombre del teatro y las polémicas causadas por este hecho, se decidió que se llamase Nuevo Teatro de manera provisional, permaneciendo en la actualidad.