Nuevo extremismo francés

Aunque Quandt quería que este término fuera peyorativo, muchos de los marcados con esta etiqueta han producido trabajos muy aclamados por la crítica.

Añade, además, que Flandres (2006) de Dumont “contiene suficiente violencia brutal y sexualidad horripilante” para permanecer vulnerable a la etiqueta del Nuevo Extremismo Francés, pero “también hay un alma que permanece oculta tras la conmoción”.

Tim Palmer también ha escrito sobre estas películas, describiéndolas como un género que constituye un “cine del cuerpo.”[4]​ Palmer sostiene que estas producciones reflejan una larga trayectoria estilística a gran escala, un tipo de vanguardia entre directores de ideas afines, desde Catherine Breillat a François Ozon, junto a figuras contemporáneas como Marina de Van, Claire Denis, Dumont, Gaspar Noé y muchos otros.

[5]​ Jonathan Romney traza una larga línea de pintores y escritores (mayoritariamente franceses) que influenciaron a estos directores.

Quandt también se refiere a Arthur Rimbaud, Buñuel, Henri-Georges Clouzot, Georges Franju, Michelangelo Antonioni, Pier Paolo Pasolini, Guy Debord, Walerian Borowczyk, Godard, Psycho, Żuławski, Deliverance, La maman et la putain de Jean Eustache, y À Nos Amours de Maurice Pialatcomo modelos, pero critica que los cineastas contemporáneos habían carecido de "poder para conmocionar a la audiencia" hasta ese momento.

[6]​ El término ampliado del nuevo extremismo referido a cineastas europeos como Lars von Trier, Lukas Moodysson, y Fatih Akın, apareció posteriormente.

[11]​ Según considera Smith, las cinco películas principales que constituyen esta nueva ola de terror en Francia son: Haute tension, Ils, Frontière(s), À l'intérieur y Martyrs.

[9]​ Estas películas, comenta, proporcionan una “visión completa de las preocupaciones del ser humano por su cuerpo”, por su físico y por su reflejo en la sociedad.

[9]​ Dentro de estas obras, identifica dos temas predominantes: la invasión del hogar y, en relación con esto, el miedo al Otro.

[17]​ Las películas de este género "prometen causar impresión y dar a nuestros cuerpos una sacudida física real.

[18]​ Estas películas están sujetas a dar espectáculo, ya que representa el cuerpo humano abrumado por intensas sensaciones físicas o emocionales (por ejemplo, el placer, el terror, tristeza).

Mientras que las películas relacionadas con el nuevo extremismo están unidas por su contenido transgresivo, tanto críticos como eruditos han recalcado su tendencia a incorporar temas sociales y políticos.

[11]​ El escritor y experto en cine Jon Towlson afirma que "el movimiento del nuevo extremismo francés, [sic] puede... verse más considerablemente como una respuesta al aumento del extremismo derechista en Francia durante los últimos diez años..., una reacción sobre la que los cineastas están trabajando".

[27]​ Las películas del nuevo extremismo francés todavía no parecen reflejar un programa unido social y políticamente.

"En esta película no clasificada hay suficiente sangre como para saciar a los perros más voraces.

[36]​ Sin embargo, Ridley es más crítico con la película, pues la describe como "una producción de torture porn dirigida con arte y entusiasmo".

Otras producciones contemporáneas de terror francés con una sensibilidad similar son: Sheitan, Ils, Haute tension, Frontière(s) y À l'interieur.

[42]​[43]​[44]​[45]​ Algunos cineastas asociados con el nuevo extremismo francés han continuado con la producción de películas terror comerciales para los grandes estudios americanos.