Nunca estamos solos (en checo: Nikdy nejsme sami; en inglés: We Are Never Alone ) es una película dramática checa de 2016 dirigida por Petr Václav.
[2] En un pequeño pueblo de provincia los únicos divertimentos son la prisión y el burdel.
La dependienta tiene un padre tiránico, que también le hace la vida más amarga.
Este le da largas, porque, a su vez, está enamorado de una prostituta drogadicta que no le hace caso y cuyo novio está en la prisión.
La película es una historia de luces y sombras en la que cada personaje busca una salida a sus inexistentes vidas.