Por lo tanto, las plantas han desarrollado dos estrategias distintas para obtener hierro del suelo: Las plantas dicotiledóneas y las monocotiledóneas que no son crasas utilizan la llamada estrategia I para la adquisición de hierro del suelo.
Las plantas utilizan o activan tres distintos genes para obtener hierro del suelo.
Esta acidez provoca que una pequeña parte del hierro, que se encuentra en la forma insoluble férrica, pase a ser soluble en el agua, como forma ferrosa y líquidos orgánicos cercanos a la raíz.
Una vez que el hierro está en estado ferroso, la planta puede absorberlo, pues fácilmente entra en contacto con un transportador especializado en absorber hierro y zinc que se encuentra en la epidermis de la raíz.
Las raíces de las plantas que utilizan la Estrategia II emiten al suelo unos compuestos especiales llamados fitoquelatos.
La Estrategia II es similar a la utilizada por ciertas bacterias para adquirir hierro del medio ambiente.