El término es fuertemente peyorativo, implicando que esta forma de considerar a la comida es simplista y peligrosa.
Originalmente atribuido a Gyorgy Scrinis,[2] el concepto fue popularizado por Michael Pollan.
Al igual que en muchas religiones, el nutricionismo ha dividido al mundo en componentes buenos y malos, si bien lo que es bueno o malo puede cambiar dramáticamente con el transcurso del tiempo.
Pollan cree que el nutricionismo posee fallas inherentes debido a un sesgo reductivo en la ciencia en cuanto a aislar y estudiar factores individuales en forma desconectada de sus contextos tales como dieta y cultura, factores que en numerosas oportunidades se ha demostrado ejercen un impacto muy importante en los resultados a nivel nutricional.
Aun cuando los científicos han intentado estudiar factores tales como cultura, dieta, y patrones de consumo a largo plazo, las enormes dificultades existentes para realizar mediciones precisas que se relacionen con componentes nutricionales individuales, y obtener conclusiones relevantes en el mejor de los casos han dado lugar a resultados incompletos, mientras que en otros han dado lugar a resultados engañosos sino peligrosos.