Obediencia debida, con un sonido marcadamente pop de los años 1980.
Ya desde su título, el disco refleja la realidad política y social que vivía la Argentina en 1986 con canciones como "País de Cadáveres" y el propio "Obediencia debida".
[3] Originado como un dúo integrado por Kevin Johansen (que naciera en Alaska pero se criara en Argentina) y Julián Benjamín, suman a Fernando Samalea en batería, Daniel Krouse en bajo, Alejandro Terán en clarinete, Sebastián Schon en saxo alto y Axel Krygier en flauta traversa para terminar de conformar la banda.
[4] [5] [6] Grabado y mezclado en estudio "Del Cielito", Castelar, Provincia de Buenos Aires, entre junio y octubre de 1985.
Su distribución se realizó en formato disco de vinilo y casete.