Se podría definir la odontología estética como una aplicación del arte y la ciencia destinada a desarrollar o destacar la belleza en forma de sonrisa.
Por todo, ello debemos contemplar en todo momento, los tratamientos con fines estéticos desde el punto de vista personal y subjetivo del paciente, colaborando con él para cumplir sus expectativas y deseos.
En una situación ideal, al sonreír, el margen gingival es visible sólo en la arcada superior.
En la arcada inferior apenas se ve el tercio medio de los incisivos centrales, laterales y caninos.
Sin embargo, cuando el individuo habla son iguales o más visibles que los superiores.
Los principios de la percepción visual descritos por Lombardi se organizan en varias categorías: Composición- Es la relación que existe entre los dientes, su color, textura y posición.
Proporción- La figura humana entera se puede describir en términos de tamaños proporcionales a las distintas partes.
Cuando se observa una dentición natural de frente, a pesar de que cada diente individual tiene una forma y un tamaño diferentes, los dientes están relacionados entre sí y, a su vez, con la cara en cierta proporción.
Armonía- El paralelismo en las líneas que siguen una misma dirección produce una armonía en la composición.
Las que afectan los aspectos faciales de la sonrisa: alteraciones de tejidos blandos faciales por traumatismos, quemaduras, alteraciones congénitas, tumoraciones, etc., que son tratadas con cirugía plástica o cirugía máxilofacial.
Actualmente, gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, se dispone de técnicas y materiales que permiten realizar tratamientos con fines estéticos que devuelven al paciente una función y una estética adecuadas.
Estos tratamientos son sencillos, indoloros y se pueden realizar en una sola sesión sin necesidad de desgastar los dientes logrando resultados 100% efectivos.