Ojo cereza es el término utilizado para referirse a un prolapso de la glándula de la membrana nictitante canina, un común defecto ocular congénito en varias razas de perros en la glándula del tercer párpado conocida cuando la membrana nictitante prolapsa y llega a ser visible.
Comúnmente las razas afectadas son el bulldog, chihuahua, Cocker spaniel inglés, beagle, pequinés, mastín napolitano, y el basset hound.
[1] El ojo cereza puede ser causado por una deficiencia hereditaria en el tejido conjuntivo que rodea la glándula.
[3] Aparece como una masa de color rojo en la esquina interna del ojo, y a veces es confundido con un tumor.
Aunque es más común en los perros, también se encuentra en ciertas razas de gatos, en particular los burmeses y bombay.