Pero como noble bretón, se preocupaba por el futuro político de su país.
Cuando fue liberado, se sospechó que habría llegado a un pacto con Eduardo III de Inglaterra para que éste le nombrase vice rey de Bretaña.
Esa ejecución rápida sin que la culpabilidad fuese demostrada, fue considerada como extremadamente severa por los cronistas de la época, entre ellos Jean Froissart.
[1] Un gran número de nobles bretones se aliaron con su causa.
Juana también armó dos navíos para luchar en el mar, convirtiéndose en corsaria.