UU. barajó diversas opciones incluyendo el bloqueo, ataques aéreos, o ataques militares contra las posiciones de misiles cubanos.
Un ataque americano habría dado lugar probablemente a la muerte de soldados soviéticos y a un ataque en otra posición americana en el mundo como Berlín Occidental.
Tales movimientos habrían dado lugar posiblemente a una guerra nuclear entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.
Tampoco podría hubiese evitado que el primer ministro soviético Nikita Krushchev enviase nuevos refuerzos a Cuba.
Un ataque contra estas posiciones habría dado lugar al uso de las armas nucleares tácticas.