Su objetivo es detener y expulsar rápidamente a los inmigrantes indocumentados que viven en zonas urbanas de Estados Unidos, especialmente en sus ciudades santuario, que limitan su colaboración con las autoridades federales de inmigración.
[2][3] Se estableció que las autoridades realizarán redadas masivas, algunas de las principales áreas metropolitanas donde se llevarán a cabo estas acciones tempranas de cumplimiento incluyen Washington D. C., Filadelfia, Los Ángeles, Denver y, como foco inicial, Chicago.
También anticipa que organizaciones como la Unión Estadounidense de Libertades Civiles presenten demandas diarias contra los esfuerzos de deportación, aunque aseguró prestarles poca atención.
[4] Aunque Chicago ha sido señalado como el "epicentro" de las deportaciones masivas con unos 150 agentes del ICE, Homan asegura que se llevará a cabo una "gran redada" a nivel nacional.
[5] En una entrevista con NBC News el 18 de enero, el entonces presidente electo Donald Trump confirmó, sin referirse a la operación por su nombre, que "ya estamos preparados y comenzará".